21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer
Ayer, como cada 21 de septiembre, se conmemoró el Día Mundial del Alzheimer, fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Alzheimer’s Disease International (ADI). El objetivo de este día es dar a conocer la enfermedad y sus consecuencias sociosanitarias, y pedir el apoyo y la solidaridad de la población, las instituciones y los organismos oficiales.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo y degenerativo de las células cerebrales que provoca un deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta de la persona. Produce una disminución de las funciones intelectuales, dificulta el aprendizaje de nuevos conceptos e interfiere en la capacidad de la persona para hacer las tareas habituales de la vida diaria.
La prevalencia del Alzheimer en función de la edad es de 2% en los mayores de 59 años, 6,5% en los mayores de 79 y del 8,8% en los mayores de 89 años. A pesar de que no todos los deterioros de las capacidades mentales relacionados con la edad evolucionarán hacia esta enfermedad, el envejecimiento de la población comporta un aumento de las personas afectadas.
En Cataluña, según el Registro de morbilidad y utilización de recursos sanitarios de Cataluña (MUSSCAT), un 1,3% de la población sufre algún tipo de demencia; 41.600 personas con una media de edad próxima a los 82 años tienen Alzheimer, el 71,7% de las cuales son mujeres y el 28,3% son hombres.
Entre los principales factores de riesgo se encuentran la edad avanzada, el género (más incidencia en mujeres), los factores genéticos y hereditarios (actualmente no está claro que sea una enfermedad hereditaria), el síndrome de Down y el traumatisme craneal. Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad pueden ser los antecedentes familiares de la enfermedad de Alzheimer, una edad materna superior a los cuarenta años en el momento del nacimiento, hipertensión, la diabetes o la dislipidemia (alteración del nivel de grasas a la sangre).
Se diferencian 3 fases de la evolución de la enfermedad:
- La fase inicial se caracteriza por olvidos frecuentes, irritabilidad y depresión.
- Durante la fase moderada se manifiesta por la pérdida de memoria, confusión, alteración del comportamiento y problemas para hacer tareas cotidianas.
- Finalmente, la fase avanzada se distingue por deterioro cognitivo y funcional grave.